“Navegábamos hacia el sur, en el Golfo de Penas, entre Valparaiso y Punta arenas.
El barco cortaba el mar a 14 nudos por hora. Con cierta seguridad y soberbia, la proa se incrustaba en las olas y se levantaba abriéndolas como heridas blancas en medio de la noche.
De pronto, un aullido desgarrador estremeció a toda la nave.
Una gruesa voz se oyó en el puente de mando:
¡Contramaestre, retire al “Patolile” de proa!
En ese momento, el reflector iluminó el castillo y entre la espuma surgio la silueta de un hermoso perro, pastor alemán, sentado con el hocico estirado hacia las sombras.
Otro aullido se oyó hasta perderse en el viento.El marino avanzó, tomó del collar al perro y lo llevó al entrepuente.
Seguimos rumbo y al día siguiente penetramos la ancha boca del Canal Messier.
Entre las rocas se veía un barco encallado. Su casco enmohecido se confundía entre las piedras.
A mi lado estaba el “Patolile” con la mirada atenta. Mire al perro y vi en sus ojos una inmensa, casi humana tristeza.
“Patolile” empezó a ladrar hacia los despojos de aquel barco y en su ladrido había tal destemplanza que, conmovido, le pregunté a un marinero que le pasaba
_¡Es que ese fue su barco, señor!- me respondió señalándome el cadáver de fierro sobre las rocas- ¡Cuando llegamos para el salvamento sólo él quedaba aullando en proa!
Lo trajimos a bordo y lo tenemos porque es mejor que el barómetro para anunciar la tempestad
¡Parece que quisiera avisarnos lo que va a ocurrir! ¿No lo oyó usted anoche cuando aullaba en medio de la tempestad del Golfo de Penas?
-Pobre “Patolile” prosiguió, acariciándole el cuello- siempre que pasamos por aquí viene a llorar sobre cubierta a la cuadra de su viejo barco.
El marinero tenía razón, el perro realmente lloraba…”
Adaptación de “El perro abordo” (cuento inédito)
Tripulantes de 4 patas
Las mascotas mas usuales entre los navegantes deportivos son los perros y los gatos.
El perro abordo, además de ser una irremplazable compañia, puede convertirse en un adiestrado grumete.
Gracias a su sensible olfato es capaz de detectar tierra a más de 10 millas de distancia.
Esta habilidad, en la era del GPS, no tiene demasiada importancia pero, en la antiguedad era muy valorada.
De noche podía detectar, antes que nadie, la cercanía de islas. Esto lo convertía en un excelente compañero durante las guardias nocturnas
Además, los perros son muy buenos protectores del barco cuando la tripulación no se halla abordo o cuando algún extraño intenta abordar sin la anuencia de sus dueños.
Por estas cualidades, a los perros que acompañaban a los navegantes por los mares del mundo se los llamaba “guardianes del mar”
En la antiguedad, los gatos a bordo también eran muy apreciados. Defendían las bodegas de los clipper´s del ataque de los roedores y evitaban que destruyeran cordales, velas e incluso la madera del casco.
Tan importante era su labor que las compañías aseguradoras obligaban a llevarlos por contrato.
Este “agente sanitario” fue exiliado en 1975 cuando comienza la desratización química
La vida abordo
En la vida náutica, el tamaño importa.
Con los gatos no hay problemas, con los perros la cosa cambia.
Los perros chicos o medianos son los ideales para llevar a bordo
Se moverán con más agilidad, comerán menos y hasta sus necesidades biológicas serán inferiores.
Pero si el barco vino después del perro, y el perro es grande, no se preocupe, todo se puede lograr con paciencia y algo de dedicación.
La clave está en la educación de nuestra mascota.
Lo más importante es lograr que atienda a nuestras ordenes, que no se tire al agua de buenas a primeras o que vaya a un rincón seguro de la bañera cuando se lo pidamos.
Un lugar para cada cosa
Ayudará mucho a la convivencia que nuestra mascota entienda cuál es su su lugar para comer, dormir y hacer sus necesidades.
Desde el primer momento, tiene que saber donde estará su comida y su agua, donde hará sus necesidades y dónde dormirá.
En el barco deben tener su espacio, si es posible ventilado y que no sea en zona de paso. Allí pondremos su alfombra o colchoneta para que pueda acceder cuando lo desee.
Su área de alimentación, deberá ser en el cockpit.
Es recomendable que el bebedero y el recipiente de comida se ubiquen dentro de una bandeja con pestaña alta ( 5 cm) para contener cualquier desborde y evitar obstruir los imbornales.
Una opción es pegar el comedero y el bebedero en una caja de poca altura, de modo que si algo se escapa, no se esparsa por el resto del barco.
Donde hacer sus necesidades
En el caso del gato esto tiene poca importancia. Se acostumbra muy bien a vivir en el barco y hace sus necesidades en su caja de arena.
Pero, con los perros esto es diferente; Si la navegación es de uno o más diás, el animal tendrá que hacer sus necesidades en cubierta o en una zona del barco que “reservemos” para dicho fin.
Lo ideal es utilizar una pequeña alfombra de plástico de 80×80 centímetros. Nuestro perro deberá acostrumbrarse a hacer sus necesidades allí y siempre que quiera.
Algunos navegantes incluso le enseñan a utilizar la plataforma de baño en popa.
El entrenamiento puede llegar a ser arduo, pero el esfuerzo merece la pena.
Cuanto comer y beber
Respecto a la comida, tienen las misma necesidades que nosotros
Lo recomendado es alimentarlo con menos cantidad de comida que la habitual, ya que el gasto de energía dentro del barco será menor al acostumbrado.
Antes de iniciar la navegación, lo mejor es un pequeño ayuno sobre todo si la mascota no está acostumbrada a navegar o lo hace por primera vez
En verano necesitan beber más agua para no deshidratarse y por ello siempre debe haber agua en su bebedero.
Al agua pato, al agua perro.
A la mayoría de los perros les gusta el agua.
Es muy importante enseñarles de a poco a nadar en aguas abiertas.
Podemos comenzar haciéndolo nadar cerca de la orilla. Luego, fondeados cerca de la playa, podemos probar y ver cómo nada alrededor del barco.
Durante éstas prácticas tenemos que enseñarle dónde y cómo subir al barco.
En la mayoría de los barcos sin plataforma de baño, la subida resulta una tarea casi imposible para el animal.
En estos casos, podemos utilizar una red de pesca que le pase por debajo y lo sujete para luego izarlo.
Con los perros pequeños la solución es equiparlos con arnés salvavidas diseñado para animales. Esto permitirá “pescarlos” con el bichero e izarlos a bordo con cualquier cabo del barco.
Es fundamental enseñarle al perro que nunca debe lanzarse al agua sin la autorización del amo.
Es muy peligroso que lo haga ya que su recuperación podría resultar difícil.
Sobre todo si estamos navegando.
Si el gato se cae al agua, con un trozo de moquete, podemos fabricar una una escala tendida por la banda hasta el agua donde el gato pueda aferrarse con sus garras y trepar
En navegación
Si navegando su perro empieza a ladrar ante la presencia de algún barco o bote que pasa por las inmediaciones, cálmelo cariñosamente.
Tiene que aprender a reconocer los ruidos del medio ambiente náutico. Es una tarea que toma tiempo, sea paciente
Déjelo libre en los espacios interiores pero átelo a un punto sólido con arnés y correa cuando está en cubierta. Sobre todo si navega con mal tiempo
Tenga en cuenta que por la tracción de las patas del animal, la cubierta le es resbaladiza, más aún si está húmeda. En caso de un bandazo o escorada súbita, puede caer al agua
Por ello, tambiés es recomendable, colocar una red alrededor de toda la cubierta, fija a los candeleros y pasamanos.
Durante la época de verano, no olvide que el pelaje de la mascota aumenta su calor corporal y necesitará resguardarse bajo una Bimini o lugar sombrío en cubierta.
El calor le afecta mucho más que a nosotros y no tiene una buena forma de disiparlo.
Respecto al mareo, tiene los mismos problemas que las personas sólo que logran superarlo antes. busca acostarse en lugares donde pueda permanecer más relajado evitando descomponerse con vómitos.
Si llegará a ser necesario algún fármaco para los vómitos puede comprar alguno con metoclopramida y si la mascota es muy nerviosa y el viaje será prolongado, deberá consultar al veterinario para que le recomiende un sedante seguro.
No olvide los Certificados
Consulte al veterinario antes de partir a un viaje largo.
Le indicará las rutinas y cuidados a seguir, medicamentos, ansiolíticos, desparasitantes y vigencia de vacunas
Si vamos a visitar otros países, tenemos que informarnos sobre las normativas legales y sanitarias para la entrada de animales de cada lugar
Y nunca estará de más llevar un certificado vigente de vacunas y buena salud.
Dedicado a Aurora y
a todas nuestras mascotas
por su incondicional amor
Lic. Florencia Cattaneo
Campo Embarcaciones
Bróker Náutico
Fuentes: Revista Weekend; Guardianes del mar; Loly Basovnik y Ernesto Saikín
Francisco Coloane en viaje: antología testimonial; El perro de abordo; inédito
Web Fondear; Mascotas a bordo
Blog La mar de cosas; Navegar y viajar con un perro o un gato.