Se denomina escota al cabo que une la vela con la mente humana (…)
Desde tiempos remotos, la escota ha sido un cabo mimando, cuidado desde su manufactura hasta su estiba.
Su capacidad de tracción, su tenacidad, su bajo coeficiente de estiramiento, su resistencia al roce, su docilidad para ser amarrada con seguridad son cualidades que se esperan de las escotas (…)
Desde siempre, el procedimiento para estibarlas ordenadamente ha sido sumamente complicado (…), porque no importa quién y cómo lo aduje, con que finura le busque la caída natural en cada bucle, sin que se haga ochos y siempre con curvas del mismo diámetro, flojito y natural, a la larga o a la corta, al recurrir de nuevo a la escota estibada, la madeja va a ser mayúscula.(…)
Ese curioso efecto autoenroscante se puede comprobar cuando se usa una escota o cabo, para lanzarlo como amarra o remolque.
Primero se lo deja descansar en cubierta; luego se lo aduja en su totalidad y ordenadamente se lo acuesta sobre carroza; acto seguido se toma un largo chicote de él, se enrolla una parte en la mano derecha, para arrojarlo, y se conserva el resto en la izquierda para largar cuando sea necesario.
En el preciso instante de lanzarlo, cuando el remolcador pasa cerca, el cabo arteramente se traba, se enrosca, se anuda y cae allí nomás, al lado del frustrado lanzador (…)
La única explicación a esta mala acción, que se repite en drizas, en el instante de arriar apurado, y en el cabo del ancla cuando se ha fondeado, es que los cabos poseen un profundo y misterioso sentido de la maldad, que a veces llega a atacar al ser humano, cuando consiguen pescar un pie o una mano al tripulante al mismo tiempo que tensan…
Hormiga Negra
Necesarios y Fundamentales
De importancia capital en cualquier barco, los cabos son muchas veces los grandes olvidados en el mantenimiento y mejoras de una embarcación.
De proa a popa, para maniobrar, amarrar, fondear o remolcar, los cabos tienen su sitio y función
¿Cómo elegirlos bien y mantenerlos?
Un cabo para cada cosa
No hay un tipo de cabo que sirva para todo.
Por sus cualidades, algunos pueden cumplir la mayoría de las funciones pero, sus altos precios nos convenceran de elegir el cabo adecuado para cada ocasión.
Un cabo para cada función abaratará costos y cubrirá perfectamente necesidades para las que fue diseñado.
Cabos de Nylon:
El Nylon, también conocido como Poliamida, es un material muy resistente y flexible.
Los cabos de este material son ideales para arrastre y remolque. Su flexibilidad les permite absorber los tirones. Además, no flota.
Esto evita cortes o enganches con las hélices de otros barcos.
También se suelen utilizar,al igual que el poliéster, en amarres y fondeos.
Se dejan trabajar muy bien, por lo que fabricar entalladuras y otros complicados nudos no resulta complicado.
Lo malo del nylon es que se estropea facilmente con el roce y al ser bastante elástico al mojarse retiene agua aumentando su peso.
Cabos de Poliester:
Son el “comodín” de abordo. Su resistencia es muy parecida a la del Nylon, pero es menos elástico y esto lo hace ideal para maniobras que necesiten quedar firmes y no ceder.
Por esta razón se usan en drizas, escotas, cabos de amarre y fondeo.
Entre los cabos de poliéster podemos distinguir entre los realizados en poliéster trenzado, pre estirado y los acalabrotados.
Los primeros son muy resistentes a la abrasión, a la humedad y a los rayos UV. También son suaves al tacto y flexibles. Se utilizan fundamentalmente para escotas y drizas.
Mientras que el poliéster acalabrotado, de gran resistencia y poco alargamiento está pensado para amarras de puerto y fondeo
Los cabos de poliéster se conocen bajo diferentes nombres comerciales: Tergal, Terylene, Tetaron o Dacron. Son muy funcionales por lo que llevar 50 metros sin estrenar puede sacarnos de más de un apuro.
Cabos de Polipropileno:
El polipropileno es el material menos utilizado en la náutica.
Es mucho menos resistente que el Nylon o el Poliéster pero, flota y eso le da utilidades muy concretas.
Se utiliza principalmente para boyas de rescate, salvavidas, cabos de esquí acuático o incluso para amarras de barcos menores.
No es recomendable para fondear ya que su baja flotabilidad podría provocar enredo con las hélices.
Los cabos de polipropileno cuestan menos pero se degradan rápidamente con los rayos del sol y tienden a romperse sin previo aviso. Evitelos para grandes cargas.
Cabos mas fuertes que el acero
Finalmente están los materiales de alta tecnología que aunque todavía son muy caros, a la larga bajarán de precio y acabarán por utilizarse de forma común. Hablamos del Kevlar y del Spectra.
Kevlar:
Se trata de uno de los plásticos más resistentes a las roturas y que no se estiran.
Aunque, son sensibles a los rayos de sol, al roce y a la abrasión.Son perfectos para las drizas pues dentro del palo están protegidos de los rayos UV.
También se utiliza en barcos de regata allí donde es necesaria una gran resistencia a altas temperaturas, por ejemplo, en los molinetes.
Sin embargo no es recomendable usar el kevlar en mordazas por su poca resistencia a los rozamientos contra bordes.
Dyneema® / Spectra®
Sin lugar a dudas, el Dyneema o el Spectra, es el material de moda en cabos náuticos.
Es capaz de soportar 15 veces la tensión del acero o 4 veces la de la mejor fibra de Kevlar.
Es tan resistente que, incluso los trabajos de reflotado del famoso Costa Concordia se realizaron con cabos en Dyneema.
Además, es tan liviana que flota en el agua y aguanta la humedad y los rayos ultravioletas.
Un cabo en Dyneema es ideal como driza porque reduce su diámetro haciendo que el paso por las poleas sea más efectivo consiguiendo además, soportar mayores tensiones.
De modo que está claro que en barcos de regatas el uso de estos cabos es más que adecuado , especialmente en la jarcia del palo, ya que cuantos menos kilos tengamos por “el aire” mucho mejor será las estabilidad y el adrizamiento del barco, además de conseguir rebajar algunos kilos en el peso total del barco.
En los barcos de crucero las cosas son diferentes.
De todos modos, es buena idea llevar unos metros de estos avanzados cabos para realizar aparejos de fortuna.
Si por ejemplo rompemos un obenque o vemos que el tensor de un estay está en mal estado, mediante una grampa podamos apretar el Dyneema a la jarcia por encima del punto de posible rotura asegurando la situación.
Los cabos de Dyneema están “huecos” por dentro y con una gordísima aguja podemos pasar el cabo por dentro de sí mismo para fabricar manillas que nos sirvan para unir cualquier cosa en el barco aguantando elevadísimas tensiones.
A la hora de elegir…
Hay que considerar la eslora y el desplazamiento para determinar los factores de diámetro y longitud.
Tenga en cuenta que un cabo de doble diámetro respecto de otro, podrá soportar tensiones 4 veces mayores
Salvo en drizas, en general es conveniente algo de flexibilidad.
No compre cabos demasiado rígidos. En ellos es más difícil realizar nudos y soportar los golpes de tensión fortuitos y elevados como por ejemplo, los momentos de rachas de viento o golpes en el puerto
Cuanto más rígidos, peor adsorberán la energía transmitida por el golpe
Cuidado y mantenimiento
Si tiene que cortar un cabo use un cuchillo eléctrico de corte por calor. De este modo la fibra se funde y no se deshilacha.
Si va a realizar el corte con cuchillo normal caliente la punta y
si no le queda mas remedio que cortarlo con navaja funda los extremos cortados con la llama de un encendedor.
En todos lo casos es bueno rematar los extremos con un cosido sencillo para evitar el deshilachado.
Si tiene hacer una prolongación uniendo dos cabos, utilice los mismos materiales. Si fueran distintos, solo el más rígido trabajará bajo tensión.
Cuide sus cabos de la arena. Es el peor veneno. Los granitos penetran entre las fibras y actuán como abrasivos, destrozando el material
En general huya de las asperezas y de los ángulos demasiado agudos y marcados.
Tenga presente que hacer nudos en un cabo siempre debilita el material.
Cuanto más apretado quede un nudo peor. Por ello, los nudos innecesarios deben ser deshechos cuanto antes.
Los pellizcos son especialmente dañinos de modo que tenga cuidado con los cierres de los tambuchos y bisagra de puertas
Proteja las amarras de puerto usando mangueras en los puntos de mayor fricción
Y si los cabos son de maniobra, deben quedar guardados protegidos del sol.
La limpieza
La suciedad de los cabos termina por hacerlos inservibles. Límpielos una vez al año.
Meta los cabos en un valde y eche un buen y potente jabón. Frote y eche chorros de agua caliente. Termine la limpieza con detergente.
Enjuague bien los cabos, escúrralos y pongalos a secar en un lugar ventilado y a la sombra (evite la acción directa del sol)
No guarde los cabos mojados o húmedos porque se deterioran
Si usa lavarropas la temperatura deberá ser de 30 grados máximo en programa de ropa delicada y sin suavizante.
Lic. Florencia Cattaneo
Campo Embarcaciones
Bróker Náutico
Fuentes: Manual de vela; Editorial Paidotribo
Web Fondear; Tipos de cabos y sus funciones
Web Fondear; Sabe usted de cabos
Web Fondear; Dyneema y Spectra; la tensión de la fuerza
Web El Mundo Náutico; Los cabos: Fundamentales en la marinería
Hernán Alvarez Forn; El Nauticomio de Hormiga Negra