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De quien es el tesoro

by | Relatos de Navegantes

En marzo de 2007, frente a las costas de Portugal, las luces del robot Zeus iluminan las monedas esparcidas a 1.100 metros de profundidad.

La máquina es dirigida desde el buque Odyssey Explorer de la compañía  estadounidense Odyssey Marine Exploration especializada en la búsqueda de pecios submarinos.

“¿Eso de ahí son monedas? ¡Sí, lo son, son monedas!”, exclaman los arqueólogos de la empresa.

Incluso en el fondo del mar se percibe perfectamente la gran nariz de Carlos IV en los reales de a ocho. 

Las monedas son españolas.

Nuestra señora de las Mercedes

El 5 de octubre de 1804; Bustamante tenía a su cargo cuatro fragatas: La Medea, La Fama, La Clara y La Mercedes.

Su misión era llegar a Cádiz con los “Caudales y Frutos” de Lima y Buenos Aires. Habían Salido el 9 de agosto desde Montevideo y el viaje no presentaba problemas

Navegaba frente al Cabo de Santa María y Pensaba en llegar a Cádiz al día siguiente cuando aparecen cuatro fragatas inglesas a lo lejos.

España seguía siendo neutral en la guerra entre Inglaterra y Francia pero por si acaso, Bustamante ordena zafarrancho y coloca a las fragatas en línea de combate.

Los ingleses se acercan y se colocan también en línea abarloándose con cada una de las españolas. El comodoro Inglés, envía un bote con un oficial para comunicar sus intenciones: retener las embarcaciones, llevarlas a puerto inglés y quedarse con todo el cargamento.

Bustamante consulta con la oficialidad y de su boca sale la respuesta: “Defender con honor las armas de Su Majestad en caso de ser atacado”.

Antes de que el bote regrese con el mensaje, a las 9.15 hs se oye el  primer cañonazo. Minutos después, se produce un estallido. Es La Mercedes, el disparo incendió la pólvora almacenada en el barco y la nave estalla por los aires. Mueren 249 personas. El mar se traga el barco y miles de monedas de plata y oro

Este hecho tuvo como consecuencia el final del acuerdo de paz de Inglaterra y España, y fue el preludio de la Batalla de trafalgar

El hallazgo

Informado del descubrimiento , Greg Stemm, cofundador de Odyssey, viaja a Gibraltar y desde allí embarca en el Explorer para ver in situ el yacimiento.

Dias después, en abril de 2007, un Boeing sale en secreto desde Gibraltar con 17 toneladas de plata y oro con destino a EE UU

El tesoro valuado en 500 millones de dólares incluye un total de 574.553 monedas, de las cuales 212 son de oro, 309.184 de plata y 265.157 de metal plata. También, diversos pecios de valor cultural e histórico, como cañones, aparejos y otros cargamentos.

En mayo Odyssey anuncia el hallazgo.

No se dice mucho. Solo que se trata de un tesoro de la época colonial, encontrado en un lugar indeterminado del océano Atlántico. Stemm utiliza el nombre en clave de Black Swan (Cisne Negro) para hablar del descubrimiento.

El Cisne negro?

En España, la noticia hace estallar los teléfonos en las oficinas de los ministerios de Defensa, Cultura y Exteriores. España sospecha que lo que Odyssey ha encontrado es patrimonio histórico nacional.

El Gobierno pone en marcha un comité de crisis coordinado por el Ministerio de Cultura.

Desde La torre de Tarifa han monitoreado al Explorer y saben en que lugar el buque de Odyssey ha estado fondeado durante días.

Se extiende el rumor de que el tesoro ha salido de aguas españolas, pero no es así. Las autoridades comprueban que toda la operación se hizo en aguas internacionales frente a Portugal.

Victoria Stapells

Victoria Stapells, investigadora canadiense, con nacionalidad española, es contratada por Odyssey en abril de 2006.

La compañía le pide que recopile información sobre pecios hundidos en Gibraltar, Portugal, México

Stapells visita todos los días el Archivo General de las Indias donde estudia varios legajos.

También visita el Archivo General de La Marina, El Museo Naval de Madrid y la Real Academia de Historia. En total son tres personas trabajando en el informe que se concluye en noviembre  de 2006.

El 19 de mayo de 2007, Stapells se sobresalta al leer las noticias sobre el descubrimiento del tesoro y las sospechas de España. “Supe inmediatamente que se trataba de La Mercedes. Me quedé horrorizada Llamé a mis compañeras, no sabíamos qué iba a pasar”.

De inmediato, Stapells envía un correo electrónico a Odyssey. Su contacto le dice que no puede revelar nada por cuestiones de confidencialidad pero que, el barco “tiene que ver con la marca de un coche”.

Mientras tanto, en España, una llamada al Archivo de Indias revela que los investigadores contratados por la empresa han analizado documentos de varios naufragios. Pero sólo uno de ellos encierra un incalculable tesoro: Nuestra Señora de las Mercedes.

Stapells dice que su trabajo en Odyssey era recabar información para hacer documentales y entrega todos sus papeles a la Guardia Civil.

 Además denuncia que la abogada de Odyssey la llamó para pedirle que desaparezca de España. “No puedes hablar. Te pagamos un pasaje a las Bahamas”.

Y que si hablaba la demandarían por incumplir el contrato de confidencialidad.

En juicio Odyssey negó lo de las Bahamas y las amenazas.

España Vs Odyssey

 El juicio se iniciaba en Tampa Bay, Florida, bajo la instrucción del juez Mark Pizzo

Se planteaban dos problemas:

Por un lado, la tradición jurídica del derecho de búsqueda y rescate (el que lo encuentra se lo queda y si quieres recuperarlo, tienes que pagarle una parte de su valor);

y por otro, la doctrina que confirma que los buques de Estado gozan de inmunidad soberana y, por tanto, el Estado del pabellón conserva la propiedad, salvo que se demuestre que ha renunciado expresamente

De tal forma que España tenía que convencer a la justicia americana de que La Mercedes era un barco militar anulando así los posibles derechos de búsqueda y rescate de la empresa Odyssey.

Pero antes de discutir este punto la Compañía empieza por no querer revelar el nombre del barco.

Dice que no lo sabe con seguridad, que tiene varias hipótesis pero que no hay nada que apunte con más fuerza a una de ellas.

Asegura que lo que encontró en el océano es solo una extensa carga de monedas de plata y oro incapaces de establecer por sí solas a qué buque pertenecían.

España pide información sobre la carga y el lugar donde se ha encontrado y el juez obliga a Odyssey a revelar la identidad del hallazgo que se escondía tras el nombre de Black Swan.

A partir de ahí, todas las pruebas presentadas por España tratan de demostrar que La Mercedes es un buque de guerra.

Se presentan cartas y documentos de la época y el testimonio de Victoria Stapells resulta esencial:

“Mi investigación confirmó que La Mercedes era un barco de guerra cuando se hundió el 5 de octubre de 1804. Mi investigación documentó la importancia histórica para España de La Mercedes, incluyendo la pérdida de vidas en el hundimiento, y la declaración de guerra de España a Reino Unido que siguió al naufragio. Informé de todos estos hechos a Odyssey”.

Por su parte Odyssey argumenta que La Mercedes en tiempo de paz viajaba sólo en una misión comercial y que la mayor parte de la carga era de los mercaderes.

Este argumento abre la posibilidad de que otros reclamantes se sumen al caso.

Algunos descendientes piden derechos sobre el tesoro y también los exige el Gobierno de Perú diciendo que las monedas fueron acuñadas con oro extraído de las minas del su país.

La sentencia

Luego de dos años de juicio.El 4 de junio de 2009 el juez Pizzo da la razón a España y recomienda que la carga fuera devuelta a España

El texto de su orden dice: “Más de 200 años han pasado desde que La Mercedes explotó.

El lugar donde descansan sus restos y los de los que murieron aquel fatídico día ha permanecido intacto durante siglos. Hasta hace poco.

Las leyes internacionales reconocen la solemnidad de su recuerdo y el interés de España por preservarlo.

El seguimiento de esta corte a esos principios promueve el respeto recíproco por los muertos de nuestras naciones del mar. Esta corte de la razón a España sobre el yacimiento de La Mercedes y desestima la reclamación de Odyssey”.

El proceso se prolonga durante casi tres años más con recursos, pruebas y documentos. Odyssey trata de evitar su derrota definitiva sin resultados.

En enero de 2012, y en un fallo que ya no admite recurso, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos rechaza el recurso de Odyssey Marine Exploration y obliga a la compañía a devolver la carga a España.

La política oficial de EE UU respecto a sus propios barcos de guerra es idéntica a la española -consideran cualquier buque de guerra de su propiedad, independientemente de dónde se haya hundido- Este factor, sin duda, ha ayudado a las autoridades españolas a ganar el litigio.

La muerte del Cisne Negro

En Tampa, Florida, se encuentra la sede de Odyssey Marine Exploration.

En el interior, los despachos se adornan con réplicas de los restos encontrados por los barcos de Odyssey

La mayoría de las réplicas son del SS Republic, un buque estadounidense  hundido en 1865 con 400.000 dólares en monedas que Odyssey encontró en 2004.

El rescate reportó a Odyssey 75 millones de dólares y le hizo subir en el mercado del Nasdaq. Cerró el año con 5,2 millones de beneficio. Desde entonces todo han sido pérdidas. En ocho años, la compañía perdió unos 140 millones de dólares.

Pese a las cifras, la vicepresidenta de la compañía, Laura Barton, explica en su despacho que el futuro de Odyssey es prometedor:

“Tenemos acuerdos con el Reino Unido, vamos a recuperar el HMS Victory y desarrollamos nuevos negocios como la minería de piedras preciosas en el fondo del mar.

El asunto del Cisne Negro nos ha llevado mucho tiempo pero seguimos adelante y con muchas ganas”.

Extrabajadores de la compañía, sin embargo, consideran que la empresa está herida de muerte. “El caso de La Mercedes los ha dejado muy tocados. Prácticamente no podrán trabajar en ningún sitio, fue un error imperdonable no revelar desde el principio el nombre de La Mercedes”,

Y ahora qué

La decisión judicial determina que los artefactos encontrados son propiedad pública de un Estado y deben ser devueltos a su legítimo propietario sin que el recuperador tenga derecho a compensación.

España tiene miles de pecios perdidos en los océanos. Pero su intención no es recuperarlos. “El espíritu de la Convención de la Unesco es conservar los yacimientos in situ”

Según la Unesco, hay tres millones de pecios perdidos en los océanos. Aunque existe el rumor de que esa cifra salió del propio Greg Stemm, cuando trabajó para la Unesco como experto.

 El trabajo se ha terminado. Es jueves 25 de febrero de 2012 por la tarde y dos aviones Hércules cargan los arcones llenos de plata y oro que salen rumbo a España

El 30 de noviembre de 2012 se anuncia en la Secretaría de Estado de Cultura, que el destino del tesoro será el Museo Nacional de Arqueología Aubacuática de Cartagena protegido cómo Patrimonio Cultural Subacuático donde entre otras cosas está prohibida su venta.

Lic Florencia cattaneo

Campo Embarcaciones

Bróker Náutico

Fuentes:

Albaro de Cózar; Oro Para España;Web Cultura el Pais

Web Cultura el País;El Hundimiento de la Fragata Nuestra Señora de las Mercedes

Sophía Gajardo;De quien es el tesoro; Web Latitudscuba

Christian Supiot;El fin de la odisea; Nuestar señora de las Mercedes vuelve a casa;Web Aquifuetroya