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Nos varamos. ¿Qué hacemos?

by | Técnica Náutica

¡Qué lindo! Navegamos relajados en un hermoso día soleado. Las velas están establecidas,  la brisa es suave y en el río casi no hay olas.

A bordo van y vienen los refrigerios.

De pronto.., un golpe seco  nos sorprende, el barco se detiene repentinamente  y la tripulación se desplaza hacia adelante…

Tocamos fondo…uyyy nos varamos…

¿Y ahora que hacemos?

Primero filar…

De inmediato tenemos que filar las escotas. Hay que evitar seguir navegando más hacia el banco

Si somos rápidos de reflejos podemos intentar acuartelarnos. Esto nos permitirá ir lentamente marcha atrás mientras escoramos

Si vamos ciñendo, realizaremos esta maniobra virando sin tocar la escota del genoa. Una vez que sobrepasamos el eje del viento y con el genoa portando en contra, filamos la escota de mayor y mantenemos la caña a sotavento.

El barco dejará de avanzar y se mantendrá en esa posición abatiendo suavemente.

 Es recomendable prácticar esta maniobra en un día con buenas condiciones para poder realizarla con seguridad y rapidez cuando la situación requiera.

 ¿Y si viramos?

Sólo podremos intentarlo navegando en angulo de máxima ceñida, en fondos de lodo o arena y si el barco todavía pivotea. De otra manera, el fondo duro causará daño al barco cuando se le dificulte revertir la dirección sobre el ángulo de giro.

Generalmente es mejor dejar caer las velas e intentar salir con otros métodos

Si seguimos varados tendremos que preguntarnos…

 ¿Tocamos o Golpeamos? ¿Hacemos agua?

Varar puede implicar tocar  tierra “suavemente” en la arena o barro o golpear  “duramente” en un banco rocoso provocando que la tripulación sea arrojada bruscamente  hacia proa.

En este último caso habrá que comprobar que no se haya producido un rumbo o que no se haya desprendido el quillote.

Estas situaciones pueden exigir una inmediata reparación o directamente el abandono del barco en lugar de intentar liberarse.

Si el agua está entrando, hay que localizar rápidamente por dónde y  analizar si las bombas podrán funcionar eficazmente y a ritmo para mantener a flote la embarcación.

Si la tripulación es suficiente se podra disponer de un integrante que con un balde saque agua de la sentina mientras se relizan las maniobras de escape o se espera el rescate.

Si todo está bien…Calma!

Si nos varamos suavemente y ni el barco, ni la tripulación están en peligro lo mejor es mantener la calma y actuar pesando…

Lo primero será determinar en qué dirección debemos mover el barco para liberarlo.

Existe una regla de oro que dice que de la varadura se sale por donde se entra es decir:  

Hacia Popa invirtiendo la dirección

 Sólo podrá salirse hacia proa si se está absolutamente seguro que se trata de un pequeño banco de arena con aguas más profundas por delante. Si no es así, seguir avanzando lo único que logrará es vararnos más.

 En este punto, el conocimiento de la zona es fundamental para escapar en la dirección adecuada.

También será muy útil contar con una sonda de mano que nos permita evaluar la situación. Haremos un sondaje por las bandas, por proa y por popa. Por lo general se comprueba la regla de oro “salir por popa”

Si no tenemos una sonda de mano, podemos hacerlo usando un bichero largo

Usemos el motor…

Una vez establecida la dirección de salida daremos marcha atrás con el motor, suavemente al principio aumentando gradualmente su poder.

Pero cuidado!  Si el timón de nuestro velero es  mas largo que la quilla puede trabarse y dañarse al intentar salir.

 Tenga presente el perfil de su barco.

Recuerde la forma del casco, la configuración del timón y cuándo comienza y termina la quilla.

En segundo término verifique  que la hélice del motor no haya tocado tierra al vararse. Esto puede suceder en barcos con orza donde la pata del motor puede quedar más abajo que la orza.

Si la hélice toco tierra es posible que al dar marcha aspire barro o vegetación obturando los circuitos de refrigeración provocando el recalentamiento del motor.

Si este es el caso, levante el apoyo del motor a su posición más alta

Una vez seguro que las condiciones para usar el motor están dadas, ponga reversa, escore e intente liberar el barco.

 Si el barco tiene orza, levántela para safar de la varadura  y  considere que al levantarla, el viento o la corriente pueden derivar el barco e introducirlo más hacia el banco. Por lo que debará dar marcha atrás inmediatamente luego de levantar la orza.

 Movámonos y Escoraremos el barco…  

Muchas veces escorar el barco es suficiente para liberarlo.

Hay varias maneras de lograr esto: cambiar el peso de la tripulación a un lado, colgarse de la botavara, cambiar los pesos del barco  hacia una de las bandas, etc…

 Para esta tarea, sin duda, la composición de la tripulación hace la diferencia. No es lo mismo una tripulación familiar que un grupo de amigos hábiles navegantes…

En ciertas situaciones, usted puede incluso utilizar las velas ya establecidas. Sobre todo si la salida es en ceñida y por proa

Cuál es nuestra situación?

Si escorando y usando el motor seguimos varados llegó el momento de evaluar la situación con detenimiento

 ¿Como viene la marea? ¿Nos  varamos  en plea máxima y si no salimos  urgentemente quedaremos absolutamente varados? O… ¿ nos hemos varado en baja , el agua esta subiendo y sólo es  cuestión de esperar un rato?

 Todas estas preguntas hay que responderlas con tranquilidad y teniendo a mano las tablas de marea o los datos aportados por Prefectura de  los puertos más cercanos

Además para tomar decisiones conviene considerar  la regla 12 de la amplitud de la marea.

Según la regla, la mayor subida o bajada se dará en las horas 3 y 4 del ciclo.

Si estamos de suerte y decidimos esperar porque la plea no tardará en llegar, lo más conveniente será establecer el fondeo. Si no lo hacemos quedamos expuestos a que,  la fuerza del viento o la corriente cuando crezca continúen impulsando la embarcación hacia el bajo

Pero si la suerte no está de nuestro lado y la marea esta bajando, tendremos que actuar con rapidez  antes de que todo empeore.

¿Cuál es la superficie del fondo?¿Barro?, ¿Piedras? ¿Arena?.El tipo de fondo modificará  la conducta y urgencia de la situación. Si es barro o arena podremos tomarlo con más calma.

  Pero, si la zona es rocosa, hay que pensar muy bien la estartegia a seguir, es especialmente importante no intentar  salir  forzando la estructura, es mejor estar apoyado sobre roca que golpeando en ella, sobre todo si no hay oleaje y no hay daños en el casco.

Del mismo modo actuaran las condiciones climáticas. No es igual vararse en un día tranquilo y sin viento que con temporal y  oleaje.

 Con poca ola el daño será mínimo. La cuestión se torna más dramática con mar picada donde la estructura podría dañarse.

Usemos el fondeo…


Si hasta aquí no pudimos salir, habrá que buscar nuevas opciones.

Si tenemos una embarcación auxiliar aunque más no sea a remo la usaremos para llevar el fondeo a la zona de profundidad ubicada al través de la banda por donde querermos salir.

Luego, tiraremos del cabo con el molinete mientras la tripulación escora el barco.

Si tenemos cabrestante a bordo, una vez que hayamos establecido el fondeo, cazaremos con él  e intentaremos que el barco se mueva hacia allí

 Si el barco se mueve, seguiremos tirando el cabrestante. Si el barco no se mueve intente montando el ancla en popa y tirando del cabo.

Incluso si esta maniobra no funciona, al menos quedaremos fondeados y evitaremso que el barco sea empujado por la corriente hacia el interior del banco cuando el agua suba.

Otra  posibilidad para obtener una escora máxima  es  enganchar una driza al fondeo. Para esto, enganche la driza, lleve el fondeo a una buena distancia al través y establezcalo. Luego, ubique peso sobre la botabara (por ejemplo un tripulante o el mismo bote)  caze del cabo y  el barco se escorará. Ahora usted podrá dar  marcha atrás con el motor. Para esta maniobra utilice un buen fondeo que asegure un contundente agarre.

 Si está proximo a una costa puede darle la vuelta a un arbol con la driza y utilizando el molinete, cazar con fuerza para escorar el barco.

 Pidamos ayuda…


Si otro barco puede ayudarnos, le tiramos un cabo y le pedimos que tire en la dirección deseada o que escore usando nuestras drizas.

Si esto no funciona podemos sugerirle que ayude llendo de un lado al otro con el propósito de hacer olas lo mas grande posibles

Las olas formadas pueden levantar el barco ayudándolo a salir en las crestas.

 Esta técnica sólo se puede usar fondos “suaves” que amortiguen los golpes de la obra viva.

Y por último, si logramos hacer pie y tenémos un lugar donde afirmarnos podemos bajarnos y empujar. Esto siempre y cuando la embarcación sea pequeña y hayamos analizado bien el fondo y la situación

Puede fallar

Si la marea está bajando y todos los esfuerzos no han logrado liberar el barco nos queda pedir remolque a un auxilio náutico profesional.

En ocasiones un motor más grande es lo que necesitamos para salir a flote

En algunos casos una varadura normal puede transformarse con el correr de las horas en una varadura extraordinaria donde la embarcación puede escorarse y recostar su banda sobre el fondo.

Esta situación nos obligará a estar atentos a que en el momento de producirse la plea el barco vaya modificando su posición y no quede pegado al fondo o lecho y que finalmente quede hundida por no poder safarse.

Lic. Florencia Cattaneo

Campo Embarcaciones

Bróker Náutico

Fuentes:

Pag Web: pfdb2.com.ar; formación; navegación; varaduras

Pag Web; publiconsulting.com; Navegar a vela; Capítulo 10: algunas situaciones complicadas y cómo reaccionar

Oliver Le Carrer; El crucero costero y de Altura; Embarrancar

Earl Mackenzie; ¿Qué hacer cuando se está encallado?

Tom Lochaas; Que hacer si usted encalla en un barco a vela