Desde el momento en que se corta la boza de la balsa, el objetivo es sobrevivir.
El factor más importante para la supervivencia en el mar está determinado por lo que se haga en el momento de abandonar el barco.
Para estar preparado:
Tenga siempre una navaja en el cinturon, un silbato colgado del cuello, y un par de guantes livianos de cuero en algún bolsillo.
Luego, tengauna pequeña mochila preparada en caso de naufragio.
Esta deberá contener un recipiente hermético lleno de agua, una linterna estanca colocada y sujeta, una frazada, un “sweater”, una camisa y medias (esto último también en una envoltura impermeable), un paquete de primeros auxilios y anteojos oscuros.
Construiré una balsa…
La mitad de la batalla está ganada cuando se llega sano y salvo a la balsa o bote salvavidas.
A pesar de las narraciones fantásticas que aparecen en los periódicos, las estadísticas demuestran que casi la mitad de los botes que estuvieron a la deriva durante más de 24 horas llegaron a zona segura en cinco días.
Es una excepción que un bote salvavidas no sea rescatado dentro de las tres semanas.
Si se tiene visión, conocimientos e iniciativa, las probabilidades de salvarse son muchas.
Al principio no podrá evitarse el estado de shock, no obstante habrá que superarlo.
La inexperiencia, el desamparo y la desesperación arrastran a la muerte a muchas personas que se encuentran en situaciones que aparentan no tener salida.
Hay que procurar que nadie duerma durante las primeras fases cuando se está a la deriva. La somnolencia es el primer indicio de que alguien se está rindiendo.
Es sumamente importante que se le asigne una tarea, aunque sea insignificante, a cada uno de los ocupantes de la balsa.
Todos deben turnarse y hacer guardias porque es una medida constructiva y esperanzadora.
Nunca intente alejarse de la zona en la que se ha hundido el barco. Aunque el viento y la corriente harán que su balsa derive, los equipos de salvamento lo tendrán en cuenta y podrán calcular su posición.
En el Río de la Plata por su profundidad es probable que alguna parte de la embarcación quede fuera del agua, pudiendo sujetarnos a ella para esperar el rescate.
La vida a bordo
A bordo de la balsa revise que no haya filtraciones. Asegúrese de que no haya nada con bordes afilados – cuchillos, llaves, grilletes – que puedan hacer agujeros en la balsa.
Largue el “paracaídas” o lastre para disminuir la deriva de la balsa
Amarre firmemente la mochila de supervivencia de modo que no se pierda si la balsa vuelca
Trate todas las heridas, incluso las menores.
Seque la balsa utilizando achicadores y esponjas.
Las principales amenazas a la supervivencia serán, casi sin duda, la exposición y la hipotermia
Para evitar la hipotermia (en climas fríos)
Cierre firmemente la abertura de la balsa.
Manténgase lo más seco y abrigado que se pueda. Cúbrase incluida la cabeza (una zona de gran pérdida de calor), con cualquier prenda que sobre.
Arrímense unos a otros, pero con cuidado de no desestabilizar la balsa.
Mueva constantemente los dedos de los pies y de las manos, las manos y los pies. Apriete los puños y estire las extremidades para ayudar a la circulación.
Evite la exposición: La cara, las orejas y las manos se congelan enseguida. Quiénes se ocupen de vigilar también deben cubrirse.
Reparta azúcar o glucosa en dosis pequeñas y frecuentes si espera un rescate pronto. De otro modo, establezca una ración de comida y agua.
Para evitar la exposición al sol (climas calurosos)
Evite todo ejercicio innecesario y la exposición al sol.
Abra la abertura de la balsa para que corra aire. Durante el día deshinche el suelo para que el mar enfríe la balsa por debajo.
Mantenga el exterior de la capota húmedo con agua de mar para bajar la temperatura interior.
Durante el día, mantenga toda la ropa húmeda. Cuando caiga el sol, el suelo de la balsa y la ropa deben estar secos, ya que de noche puede hacer frío.
Junte todo el agua de lluvia o rocío que pueda – Un chaleco salvavidas hinchable puede contener 12 kg. (27 libras) de agua.
Sin embarcación salvavidas
Sin embarcación salvavidas, debemos tratar de mantener el cuerpo lo más templado posible.
La inconsciencia por hipotermia sobreviene cuando la temperatura del cuerpo desciende de los 37° C a los 32° C, esto provocará la muerte por paro cardíaco.
Esté alerta y sospeche si algún tripulante se siente mareado, cansado, torpe o si tiembla violentamente, o si su piel adquiere un tono grisáceo, y tome medidas inmediatamente.
Si vestimos chaleco salvavidas podemos adoptar una postura que disminuya en lo posible la pérdida de calor.
La cabeza, el tronco y la ingle son zonas a proteger prioritariamente para ello, mantendremos la cabeza, incluida la nuca, fuera del agua.
Los antebrazos cruzados por delante del tronco, levantando entrelazadas las rodillas para cubrir el bajo vientre.
Flotar a toda costa.
Un chaleco salvavidas es muy importante, pero si no disponemos de él pondremos en juego nuestra habilidad.
En el agua, conviene estar vestido, más aún si llevamos ropa ligera. La camisa y los pantalones, al estar húmedos, pueden inflarse y sostener parte del peso del cuerpo.
Si el calzado es pesado deberemos quitárnoslo, aunque siempre conservaremos las medias
Será de mucha utilidad que realicemos la Brazada de flotación, su objeto es procurar la flotabilidad, aprovechando el aire de los pulmones.
Requiere una posición vertical y totalmente sumergida. El cuerpo debe estar como colgado dentro del agua. Para tomar aire se agitan, suave y alternativamente las piernas hacia adelante y hacia atrás. Los antebrazos se llevan hacia adelante y se levanta la cabeza. Por la nariz se expulsa el aire y por la boca se inspira, para volver a la posición de colgado en el agua.
No es necesario renovar todo el aire de los pulmones.
Estos ardides elementales pueden transformar la sensación inicial de pánico en un primer éxito frente a la adversidad.
Si los supervivientes son varios y flotan con chaleco, pueden ayudar a los que no lo posean, o a los más débiles, cogiéndose de los brazos y formando un círculo que rodee a los menos favorecidos. Además, de esta forma serán más visibles para los equipos de rescate.
Su aptitud de nado, la distancia y las condiciones del agua influirán en su decisión sobre nadar hacia la costa o no. Distintas pruebas han concluido que en aguas a 10° C, quiénes utilizan chalecos salvavidas estándar y ropa ligera pueden nadar un poco más de 1.200 m (3/4 de milla) antes de quedar incapacitados por hipotermia.
Tengo sed
El agua deberá racionarse estimando previamente el tiempo que se estará a la deriva.
Un hombre necesita aproximadamente medio litro de agua por día para mantenerse bien, pero puede sobrevivir con un cuarto de litro al día.
Se puede vivir de ocho a doce días sin agua. El agua durará más si se la tiene en la boca por largo rato, enjuagándose o haciendo una gárgara primero y tragándola después.
Si no hay agua, no coma, ya que la digestión consume la humedad del cuerpo.
Conservar el agua que hay en el cuerpo es casi tan importante como tener agua para beber. Para evitar la excesiva transpiración habrá que abstenerse de hacer ejercicios innecesarios.
No beba agua de mar pues le aumentará la sed y le ocasionará una fuerte descompostura.
Sin embargo, se puede obtener alivio humedeciendo los labios y enjuagándose la boca con agua de mar, y también humedeciendo las galletas con una pequeña cantidad de ella.
Pero hay que recordar que el agua de mar, ingerida en cualquier forma en cantidades mayores es muy peligrosa.
Nunca tome orina ; contiene sustancias nocivas que aumentan enormemente la sed.
Tengo hambre
El alimento no es tan importante como el agua. Un hombre puede subsistir varias semanas con agua y sin comida.
Sin embargo, si hay agua y comida mayores y mejores serán las probabilidades de sobrevivir.
Cuente previamente las raciones de emergencia ydistribuya la comida y el agua a intervalos regulares.
Si no cuenta con un reloj para medir el tiempo, se distribuirán las raciones al amanecer, al mediodía y al atardecer.
Se designará a un hombre de confianza para tomar a su cargo el cuidado y racionamiento de los viveres.
Si logra pescar, no se morirá de hambre , ni de sed. La carne de pescado, sacado del mar abierto, es buena para comer cocida o cruda ; es saludable y nutritiva. Muchas tribus y algunos pueblos comen habitualmente con gusto pescado crudo.
En el caso de haber pescado mayor cantidad de la necesaria para el consumo, se masticará la carne para extraer el jugo. Para hacer esto se pone un trozo de pescado en la boca, se succiona el jugo y se lo traga, escupiendo la pulpa.
El jugo de pescado tiene un gusto muy semejante al jugo de ostras crudas o almejas.
Se ha comprobado que es saludable. Un método bueno para extraer el jugo es el siguiente : Tomar un trozo sin espinas, ni piel y cortarlo en pequeños trozos, envolverlo en un lienzo dejando dos extremos largos que se retuercen fuertemente entre dos hombres. De esta forma, algo de jugo goteará.
Lic. Florencia Cattaneo
Campo Embarcaciones
Bróker Náutico
Fuentes: Manual de navegación a vela; Editorial Paidotribo
Manual de supervivencia de la Armada de los Estados Unidos; Survival on Land and Sea
Manual de Supervivencia para Pilotos de la Fuerza Aérea Argentina