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La tragedia del Eastland

by | Relatos de Navegantes

El sábado 24 de junio de 1915, la llovizna no opacaba el espíritu alegre de los excursionistas.

Desde muy temprano la tripulación del Eastland y otros 4 barcos de vapor  esperaban la llegada de los pasajeros.

Estos barcos amarrados entre las calles La Salle y Clark en el río Chicago,  Habían sido contratados por la compañia Western Electric para realizar un paseo turístico de 38 millas por el lago Michigan para luego terminar con un picnic en la Ciudad de Michigan, Indiana, al otro lado del lago

Este era el día de campo anual para los empleados de la compañía, sus familias y amigos.

Se habían vendido 7.000 entradas y  todo el mundo anticipaba un día lleno de juegos, comida, natación, relajación y diversión. 

Cinco barcos estaban destinados al transporte de los  excursionistas, pero el Eastland era el más bonito y el más glamoroso.

Debía ser el primero en salir y pocos minutos después de las 7 de la mañana, hombres, mujeres y niños subían a un ritmo de 50 por minuto.

A bordo del Eastland ya estaban George Sindelar, un capataz de Western Electric, con su esposa y cinco hijos. James Novotny, un ebanista de la empresa, acompañado de su esposa y sus dos hijos.

Anna Quinn, de 22 años y su vecina y compañera empleada de Western Electric, Caroline Homolka, de 16, habían elegido sus trajes cuidadosamente porque este era el evento social del año.

La siesta de la ballena 

A  7:10 am, el barco había llegado a su capacidad  máxima. Habían embarcado  2.572 pasajeros. 

Los padres llevan de la mano a sus hijos, mientras caminaban a través de las cubiertas hacinadas en busca de un lugar para sentarse. 

Para algunos este sería su primer viaje en barco.

A las 7.15 am quitan las pasarelas y la orquesta de la nave entra en acción.

Muchos pasajeros comienzan a bailar llenos de alegría y ansiedad

El buque se escoraba primero a babor y luego a estribor. Finalmente lograba enderezarse.

El movimiento no alarmó a los excursionistas. Sin embargo, el jefe de máquinas, el ingeniero Joseph Erickson, comenzó a preocuparse por la conducta de la nave.

El Eastland estaba más quisquilloso de lo habitual aquella mañana.

Erickson, se esforzó para  lograr poner el buque en línea vertical. Ordenó  a la tripulación de la sala de máquinas que bombeara agua en los tanques de lastre para mantener el buque en equilibrio.

En pocos minutos se llenaron dos de los tanques de estribor y  el poderoso vapor finalmente se enderezó

Con la situación resuelta, el Capitán Harry Pedersen da la orden de partir.

Sueltan el amarre de popa mientras una masa de pasajeros se aproxima a la borda de estribor para saludar a la gente en el muelle

Los motores comienzan a empujar el barco y una vez más el Eastland se escora perceptiblemente a babor.

Los pasajeros bromean sobre el gradual aumento de la pendiente en la pista de baile, mientras que las sillas se deslizan a través de la cubierta.

Súbitamente, los motores se detienen y el clima festivo se interrumpe cuando se escucha el silbato de la nave.

A consecuencia de la escora el agua había empezado a entrar por las pasarelas.

La popa comenzó a escorarse hacia babor tanto que hombres y mujeres tuvieron que afirmarse en sus talones cuando la inclinación ya había alcanzado los 30 grados.

Pasajeros en pánico comenzaron a salir desde las cubiertas inferiores aferrando a sus hijos. Otros desesperados comenzaron a salta al río

Eran las 7.28 am y el ángulo del Eastland ya alcanzaba los 45 grados

Los platos se cayeron de los estantes y se estrellaron. Un piano se deslizó y aplastó a dos pasajeros.

El agua  ya entraba por los ojos de buey y las portillas abiertas de los camarotes bajo cubierta.

Sólo pasaron dos minutos más y el barco se volcó por completo hacia babor

“Era como si se tratara de una ballena que va a tomar una siesta”, Así lo describió Jack Woodford escritor y testigo del hecho

El Eastland descansaba en el Río Chicago. Los pasajeros debajo de la cubierta  estaban atrapados.  El agua brotaba y los muebles se desprendían violentamente aplastandolos

Los que tenía suerte de estar en las cubiertas superiores se arrojaron al río dejando los chalecos salvavidas intactos e inútiles en su lugar porque ya no había tiempo de agarrarlos

Estaba en marcha el naufragio más mortífero en la historia de los Grandes Lagos , una calamidad que se llevaría  844 vidas.

Botes para todos, barco para nadie

Son muchos los factores que se combinaron en esta terrible tragedia.

El Eastland tenía la reputación de ser un barco inestable. Había sido construido en 1902  para llevar a 500 personas de excursion. El barco no tenía quilla, y para mantenerse vertical dependía de los tanques de lastre ubicados en la bodega.

El historiador y economista George W. Hilton ha dicho que el Eastland se comportaba como una bicicleta, era inestable cuando se cargaba o descargaba, pero era estable cuando navegaba.

Hilton concluye que los inspectores de seguridad se centraron sólo en el rendimiento del Eastland mientras navegaba, y que el barco fue certificado como seguro de forma rutinaria.

Además de esto, el Eastland había sufrido varias modificaciones con el objetivo de aumentar la velocidad y la capacidad de pasajeros.

Y esto lo volvió  aún más inestable.

No obstante, el Eastland ya había sido utilizado sin incidentes el año 1914 para el picnic de empleados del la Western Electric.

Cual fue la diferencia con el año anterior?

El hundimiento del Titanic en 1912 dio lugar a un movimiento “botes salvavidas para todos”  

En marzo de 1915, el presidente Woodrow Wilson firma lo que se conoce como LaFollette Seaman’s Act.

Esta ley aprobada por el congreso,  requería que un buque de pasajeros debía tener botes salvavidas para por lo menos el 75 porciento del pasaje

Durante el debate, el gerente general de la Detroit y Cleveland Navigation Company había advertido que algunos barcos de los Grandes Lagos, “se convertirían en ‘tortugas’ si  eran obligados a navegar con este peso adicional en las cubiertas superiores”.

Muy pocos legisladores escucharon.  

De forma tal que el Eastland sufre una nueva modificación y se agregan varios botes salvavidas y balsas salvavidas

En cumplimiento de esta regulacion el buque había sumado un adicional de 10 a 14 toneladas en la cubierta superior. Esto elevó el centro de gravedad del buque y la estabilidad de vio considerablemente reducida

Ese día, a medida que se acumulaban los pasajeros en cubierta, el peso alto subió aún más el centro de gravedad hasta que finalmente el buque escoró fatalmente

Pocos pasajeros ese día se dieron cuenta de que el Eastland llevaba una dotación completa de botes salvavidas, balsas salvavidas y chalecos salvavidas cumpliendo la ley

Rescates y funerales

“En un instante, la superficie del río estaba negra con gente luchando, llorando, asustada, ahogándose… Bebés flotaban sobre el agua como corchos”.

Cientos de personas participaron del rescate. Nada estaba planeado. La improvisación era total

Mientras un remolcador rescataba a los pasajeros aferrados al casco

Muchos de los espectadores en el muelle saltaron al río para tratar de rescatar a los que se habían arrojado por la borda.

Otros tiraron tablas, escaleras, cajas  para proporcionar flotación a aquellos que luchaban en el agua.

Algunas de las cajas golpearon a los pasajeros en el agua y los hundieron.

La policía apareció. Los bomberos fueron llamados. Muchas enfermeras y médicos llegaron a la escena. 

Tan pronto como se pudo, los equipos de rescate trabajaron haciendo agujeros en el casco mientras los gritos ahogados se oían desde el interior. Pero, cuando pudieron atravesar la chapa  la mayoría de los gritos se habían calmado. 

Pocos de los que estaban dentro de la nave fueron encontrados con vida

Muchos de los que murieron aquella mañana no se ahogaron. Se asfixiaron, murieron aplastados. Fallecieron bajo las masas de las otras personas que cayeron sobre ellos. 

844 pasajeros murieron en un calmado río urbano, a 20 metros del muelle. 472 mujeres, 290 niños y 82 hombres. 

Sólo cuatro miembros de la tripulación fallecieron.

Los periódicos de todo el país publicaron la noticia en primera plana durante días

Morgues improvisadas se establecieron en varios de los edificios de los alrededores. 

Los buzos estuvieron días extrayendo los cuerpos del Eastland y los cadáveres fueron depositados en filas para la identificación de los familiares  

El miércoles 28 de julio Chicago era una ciudad de funerales. No había suficientes coches fúnebres y  Marshall Field & Company proporcionó 39 camiones. Cincuenta y dos sepultureros  trabajan 12 horas al día. Al final del día, habían sido enterradas casi 700 víctimas del Eastland.

La investigación

La búsqueda de los culpables comenzó inmediatamente. El Capitán del Eastland, Harry Pedersen, el ingeniero jefe Joseph Erickson y otros miembros de la tripulación fueron detenidos es mismo sábado.

Una turba enfurecida trató de atacar a los dos hombres. Un hombre  logro cortar la cara del capitán antes de que la policía pudiera intervenir

A los tres días del accidente estaban en curso siete investigaciones.

Pero, a pesar de la premura, se necesitarían 24 años para concluir el litigio.

Aunque la evidencia sugería fuertemente que Pedersen había sido negligente, y Erickson habría contribuido reaccionando tarde con el lastre, ninguno de los dos fue procesado

Tampoco lo fueron los oficiales de la compañía naviera. Todos los cargos criminales fueron retirados

La culpa descansaba en un barco mal diseñado que se había sobrecargado como resultado de las medidas de seguridad posteriores al Titanic.

No se presentaron más demandas penales

Las demandas civiles para se prolongaron durante dos décadas. Las indemnizaciones fueron limitadas al valor del casco del Eastland valuado en 50.000 U$S.

Pero como los propietarios del Eastland primero debían pagar  35.000 a la compañía que reflotó el casco del río Chicago , las víctimas y las familias recibieron poco o nada.

Lo poco que recibieron en compensación fue aportado por la Western Electric Company, la cruz Roja  y los esfuerzos de la Ciudad de Chicago

Ahora te llaman Wilmette

Tres meses después de la tragedia, el Eastland fue reflotado y comprado por la Reserva Naval en Illinois.

Una vez restaurado fue renombrado como el USS Wilmette.

Sirvió a la Marina En los Grandes Lagos durante 32 años más.

Lic. Florencia Cattaneo

Campo Embarcaciones

Bróker Náutico

Fuentes:Pág web Vista Al mar; Porqué ha sido olvidado?

Pág web Vista al Mar; El desastre del Eastland mató a más pasajeros que el Titanic y El Lusitania 

Alan Bellows;La caída de las tierras orientales

Alan Bellows; Perdido en el lago:El desastre SS Eastland

Ted Wachholz ; El Desastre del Eastland (Images of America) ,  Arcadia Publishing, 2005.