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En febrero de 1891, a unos 200 km al este de las Islas Malvinas, el ballenero de Liverpool  Star of East navegaba en busca de cachalotes.

Cerca del mediodía y con mar encrespada, el vigía divisa una enorme ballena en la amura de babor y de inmediato da la voz de alarma: ¡Por allí resopla!

La tripulación pone manos a la obra y lanza dos botes.

En uno de ellos viaja el joven James Bartley.

Ambos botes se acercan estratégicamente al animal y con los arpones comienzan a atravesarle el cuerpo.

La ballena herida trata de liberarse, la tripulación de los botes rema frenéticamente para escapar de la enorme cola.

El intento resulta en vano, el animal se retuerce violentamente y de un coletazo tumba uno de los botes.

El segundo bote se dispone a recoger a los sobrevivientes, pero dos hombres desaparecen. Uno de ellos se ahoga y el segundo era el joven James Bartley.

El cachalote, herido de muerte, consigue escapar. Horas más tarde aparece flotando inerte.

La ballena muerta es atada a un lado del barco. Cae el sol cuando la tripulación comienza el despiece del animal. Deciden continuar al día siguiente.

Al alba se reinician las labores, y al llegar hasta el vientre izan lo que quedaba del animal en cubierta.

Un descomunal bulto llama la atención de los marineros. Pensando hallar un tiburón o algún pez de gran tamaño lo rajan y, ante su sorpresa, como salido de un armario, cae desplomado James Bartley.

Está inconsciente y demacrado (por los jugos gástricos según se especuló), pero respira débilmente.  

Bartley había sobrevivido 24 horas dentro del vientre de la ballena. Lo colocan sobre cubierta y lo tratan con baños de agua de mar hasta que despierta.

Tu fuego me consume

Tardaron cinco horas en devolver a James Bartley a algo parecido a la vida,  e incluso entonces, parecía estar completamente loco, gritando y agitándose hasta tal punto que tuvieron que atarlo.

Hablaba incesantemente de un fuego que lo había estado consumiendo.

El mismo Bartley declaró luego:

“Lo recuerdo muy bien desde el momento en que salté del bote (…) me sentí atraído hacia abajo, primero los pies, y me percaté de que me tragaba una ballena (…) me rodeaba un muro de carne (…) de pronto me encontré en un saco mucho mayor que mi cuerpo, pero completamente a oscuras.

Palpé el entorno y mis manos entraron en contacto con diversos peces, algunos de los cuáles parecían estar todavía vivos, ya que se escabullían entre mis dedos (…) Pronto sentí un fuerte dolor en mi cabeza y mi respiración era cada vez más difícil.

Al mismo tiempo sentí mucho calor; parecía que me consumía, el calor iba en aumento. Mis ojos se convirtieron en ascuas en mi cabeza y en todo momento creí que estaba condenado a perecer en la barriga de la ballena.

El tormento era irresistible y el espantoso silencio de la terrible prisión me oprimía. Intenté incorporarme, mover los brazos y las piernas, chillar.

Toda acción era ahora imposible, pero mi cerebro parecía anormalmente claro, y con plena comprensión de mi atroz destino, por fin perdí el conocimiento.”

Creer o no

Este extraordinario suceso difícil de creer suscitó una peculiar controversia:

¿Puede un animal marino disponer de una garganta suficientemente grande para tragarse un hombre entero? Y en segundo lugar, ¿lograría sobrevivir una persona al ser tragada por semejante animal?

El caso se hizo tremendamente popular y se publicaron numerosas noticias, informes y relatos de supuestos testigos de aquel fenomenal caso.

Hubo partidarios y detractores. Del lado de los primeros, Monsieur de Parville, director científico del Journal Des Debás, repasó la documentación y llegó a la conclusión de que el caso era médicamente posible.

Hubo muchos otros que lo calificaron como leyenda de mar. Entre los detractores figura la propia mujer del Capitán del Star of East, Ms Killan, que ante las dimensiones que tomaba la historia, se vio en la obligación de desmentirla mediante una carta aparecida en 1907 en el diario The Expository Times, diciendo que se trataba de una fábula de marineros.

James Bartley: ¿Un Jonás moderno?

La historia de Bartley ha sido muy difundida por una serie de escritores cristianos como Bernard Ramm, Harry Rimmer y el creacionista Henry Morris

Dar credibilidad a esta historia contribuía a demostrar que la historia de Jonás era verídica.

Jonás fue uno de los profetas menores del Antiguo testamento. Dios le ordenó trasladarse a Nínive, la antigua capital de Siria, para predicar contra el mal que se había adueñado de esa ciudad.  

Pero Jonás no estaba dispuesto a obedecer esa orden. Tenía miedo de sufrir una desagradable recepción de parte de los habitantes de la  malsana Nínive. Por lo cual, alteró su plan de navegación y se dirigió al oeste, hacia Tarsis, una antigua ciudad situada al sur de España.

Camino a Tarsis, se desencadenó una gran tempestad y la tripulación después de descubrir la función de Jonás como sirviente de Dios, temió lo peor y lo arrojó inmediatamente por la borda.

Una ballena se tragó a Jonás y pasó tres días y tres noches en el interior de su vientre.

Finalmente, la ballena vomitó a Jonás en la playa y éste un tanto aleccionado se dirigió rápidamente hacia Nínive, tal como Dios le había ordenado.

Los ninivitas se arrepintieron de sus pecados y Dios se apiadó de la ciudad.

Jonás renunció a la navegación y mucho más adelante reapareció en la Biblia.

Jonás y la ballena: Historia o mito

Henry Morris en “La biblia tiene la respuesta” escribió:

En cuanto a si un hombre podría sobrevivir “tres días y tres noches” en tales condiciones, hay respuestas posibles que podrían ser sugeridas en la defensa de la narrativa Bíblica.

Una de ellas es que existe siempre algo de aire en el estómago de la ballena y, mientras el animal tragado se encuentre con vida, la digestión no comienza.

Por lo tanto, la experiencia de Jonás podría haber sucedido en el marco de las leyes de la naturaleza.  

En cuanto al tiempo, ha sido establecido que la frase “tres días y tres noches” en el uso antiguo hebreo era una expresión idiomática que significa simplemente “tres días”. Además, el principio y el final de los días eran sólo días parciales. En consecuencia, esto podría significar un período tan corto de aproximadamente 38 horas.

Por otra parte, el experto del Antiguo Testamento Walter Kaiser nos dice:

“Jonas es un relato creible de una experiencia asoladora en el mar,y de una respuesta gentil sin precedentes acerca de la necesidad de arrepentimiento(…) En la epoca de Jesus y de los primeros creyentes,  se consideró a Jonás como un personaje real(…) El libro de Jonas en estos tiempos era tratado como un registro historico acerca del arrepentimiento de la ciudad de Ninive

Caso Bartley: La investigación

La investigación definitiva sobre la historia de Bartley y la ballena fue realizada por el profesor Edward Davis.

Davis sentía curiosidad por documentar la historia tantas veces repetida en la literatura cristiana.

Su investigación se resume en un artículo en “The American Scientific Affiliation”, publicado en 1991

Davis recorrió archivos periodísticos, documentos originales y bibliotecas. Pasó incluso un tiempo en Inglaterra rastreando algunas fuentes.

Verifica que existió un buque llamado “Estrella del Oriente” y que su capitán era J.B Killiam, pero no pudo encontrar ninguna evidencia creíble para apoyar la historia de James Bartley.

De hecho, encontró pruebas que hicieron la historia más cuestionable.

Un informe decía que Bartley había sido tratado en un hospital de Londres para remediar los efectos de los jugos gástricos de la ballena en su piel, pero no pudo encontrar ningún documento que lo avalara.

Por otra parte, revisó los documentos del viaje durante el que ocurrió el presunto incidente pero, James Bartley no figuraba como miembro de la tripulación.

Que fue de la vida de james

James Bartley no volvió a practicar la pesca y nunca más viajó por el mar.

Se estableció en Gloucester, su ciudad natal en Inglaterra y trabajó como zapatero.

Murió  dieciocho años después de aventura terrorífica.

En su lápida en el cementerio de Gloucester hay una nota al pie que dice: James Bartley (1870-1909) Un Jonás Moderno.

Lic. Florencia Cattaneo

Campo Embarcaciones

Bróker Náutico

Fuentes:

Peter D. Jeans; Mitos y Leyendas del Mar

Página Web Vista al Mar; Un Jonás moderno tragado por una ballena

Henry Morris y Martin Clark; La Biblia Tiene la Respuesta